El exgobernador de Tabasco, Adán Augusto López, se tambalea políticamente tras el escándalo que envuelve a su hombre de confianza, Hernán Bermúdez, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco. Su destitución no solo sacude al grupo tabasqueño de Morena, sino que amenaza con arrastrar directamente al también exsecretario de Gobernación.

Bermúdez, considerado uno de los operadores más cercanos de Adán Augusto, enfrenta señalamientos de presuntos vínculos con redes criminales. Analistas advierten que, si decide hablar públicamente, podría hundir a López al revelar acuerdos y complicidades que comprometerían su futuro político y dejarían al descubierto la forma en que se manejó la seguridad estatal.

El golpe se agudizó tras un reportaje transmitido por Televisa que exhibió las presuntas irregularidades en la Secretaría de Seguridad de Tabasco bajo el mando de Bermúdez. La investigación encendió la mecha que derivó en su salida inmediata del cargo y obligó a la presidenta Claudia Sheinbaum a deslindarse para proteger a su gobierno.

A la par de este caso, surgió otra revelación que ha puesto aún más presión sobre Adán Augusto: documentos señalan que habría recibido 79 millones de pesos a través de empresas contratistas, algunas de ellas señaladas como fantasma por el SAT. Las transferencias, hechas bajo el concepto de “servicios profesionales”, provienen de compañías que fueron proveedoras del gobierno tabasqueño, lo que abre un nuevo frente de cuestionamientos sobre posibles actos de corrupción.

El caso también toca a Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con filtraciones conocidas como los Guacamaya Leaks y notas periodísticas, el expresidente habría recibido múltiples alertas sobre los presuntos nexos criminales de Bermúdez. Incluso, se ha señalado que tanto él como Adán Augusto habrían solicitado su destitución en el pasado, lo que refuerza la versión de que el tema no era desconocido en Palacio Nacional.

Con esta decisión, Sheinbaum busca mostrar control y enviar un mensaje de que no cargará con los costos de viejas alianzas. Sin embargo, la jugada reacomoda el tablero político dentro de Morena: por un lado, exhibe fracturas con el grupo tabasqueño; por otro, abre la especulación de que figuras como Andy López y Ricardo Monreal también podrían verse alcanzadas en este nuevo escenario.

Por ahora, no existen procesos judiciales abiertos que confirmen las acusaciones presentadas, pero las revelaciones sobre Bermúdez y los 79 millones ligados a contratistas colocan a Adán Augusto  y en cierta medida a AMLO en el centro de la polémica política y mediática.